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Ana Lucía 1ºB

Bobby McFerrin

Director
Cantante
Genio
Músico
Bobby McFerrin nació

 

 

 

Cantante norteamericano nacido en Nueva York (islas de Manhattan) el 11 de marzo de 1950. Procede de una familia muy relacionada con el mundo de la música, pues era hijo de cantantes de ópera (Robert McFerrin y Sarah McFerrin). Ellos le introdujeron desde que era muy niño en el mundo de la música clásica.

A los seis años inició sus estudios de piano, que alternó con estudios de clarinete (hasta los doce), teoría musical y flauta en la Juilliard School. A su vez, entre los diez y los doce años formó parte de la coral de una iglesia, donde interpretó música clásica y gospel. Trabajó después como pianista y pianista-cantante en California y Nueva Orleans, y allí formó también su primer grupo: Bobby Mac Jazz Quartet. En los años 1976-77, su vinculación con el canto fue total, aunque realizó algunos trabajos esporádicos como pianista para los Shipstad & Johnson Ice Follies, a la vez que continuaba sus estudios de canto en la Sacramento State University y en el College de Norwalk. Su progresión continuó en 1978, cuando pasó a integrar el Astral Project, en Nueva Orleans, y un año más tarde, en 1979, formó dúo con el cantante Jon Hendricks, en Nueva York, con quien luego volvió a colaborar en multitud de ocasiones y que llegó a participar en sus discos. El año 1977 fue, por tanto, el año de presentación del joven Bobby como solista.

En 1980 comenzó el despegue profesional de McFerrin: trabajó con Pharoah Sanders, con Wayne Shorter, y participó en el Playboy Festival de Hollywood. Al año siguiente triunfó en el conocidísimo Festival de Newport (Nueva York); pero fue su colaboración con el famoso guitarrista George Benson lo que le dio la fama definitiva. Participó en el festival The Young Lions, y en el New York-Kool Jazz de 1982. En 1983 inició su colaboración en Nueva Orleans con Tony Dagradi, además de dirigir su propio trío en la ciudad de San Francisco. Fue a raíz de esta experiencia cuando decidió actuar y grabar en solitario.  Toda esta experiencia le valió para ejercer luego de profesor de improvisación vocal.

 McFerrin colaboró a partir de 1984 (tanto en grabaciones como actuando en vivo) con Chico Freeman, Glover Washinton Jr., la VSOP de Herbie Hancock o Manhattan Transfer. En 1986 participó, además, en la banda sonora de Round Midnight, película dirigida por el francés Bertrand Tavernier y en la que aparecía también Dexter Gordon. En sus discos, no obstante, las colaboraciones han sido múltiples: Victor Feldman, Jon Hendricks, Wayne Shorter, Herbie Hancock o Robin Williams.

El estilo de McFerrin, inconfundible a la vez que insólito en la historia del jazz, le ha convertido en una de las voces masculinas más relevantes del siglo XX. Su extensa tesitura (en torno a las siete octavas), así como lo plural de su timbre sonoro, lo han proclamado voz privilegiada. Técnicamente se trata de una voz melodiosa y cálida, de afinación sorprendente y capaz de una tremenda variedad de tonos. Además, hay que hacer hincapié en los motivos que agrega a sus largas improvisaciones, aprendidos seguramente del contrapunto usado por J. S. Bach. Precisamente, el saber ejecutar estos sonidos extremos de manera simultánea es lo que le ha otorgado a este cantante una versatilidad impensable, con independencia de cuál sea su estilo interpretativo. Se le ha podido escuchar acompañando a Manhattan Transfer ejecutando una voz gravísima que acompaña golpeándose el pecho con la palma de la mano, creando una sonoridad caprichosa a la vez que rotunda. Lo gutural, por tanto, adquiere una relevancia inusitada, al igual que el uso del falsete como trayectoria natural de la escala. La virtud de este cantante está, precisamente, en saber conjugar a la perfección las tesituras masculina y femenina.

Podemos hablar, pues, de innovación en la técnica aplicada por McFerrin a la historia de la música jazz vocal. Sus conciertos, a partir de 1984, a capella son verdaderos acontecimientos jazzísticos. Los auditorios, abarrotados, magnifican los conciertos de este singular cantante que afronta el subir al escenario con la única compañía de su micrófono. A partir de aquí, lo más interesante que debe observarse en Bobby McFerrin es que toma su cuerpo como un instrumento más; le hace “sonar” y aprovecha todas sus posibilidades rítmicas y sonoras (golpes en el pecho, en los pómulos, en la cabeza, etc.).

El repertorio de Bobby McFerrin es, a su vez, singular y heterogéneo. Hallamos temas propios –como su famosísimo "Don't Worry, Be Happy"-, piezas estándar -"Another night in Tunisia" (Gillespie), "Walkin" (Carpenter), "Peace" (H. Silver)-, conocidas canciones de los Beatles –"Blackbird" (Lenon/McCarney)- o bien clásicas partituras de Bach. Si este compositor le atrae de una manera absoluta, no desecha otras influencias como el funky, el soul o, incluso, el pop.  El éxito de "Don't Worry, Be Happy  se ha visto reflejado en la concesión al cantante de dos premios Grammy –1985 y 1986-, a la vez que le ha sido otorgado el galardón al mejor vocalista de jazz en dos ocasiones, premio que entrega la prestigiosa revista norteamericana Down Beat.

 

Fuente de información: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=mcferrin-bobby

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